Vivimos en una sociedad de consumo"
¿Qué quiere decir esto?
Quiere decir que nuestras necesidades básicas han sido
cambiadas.
Claramente, nuestras necesidades básicas siguen siendo
las mismas.
(Comer, dormir,
vestirse... un lugar donde cobijarse... y como pilares fundamentales y
complementarios en nuestro desarrollo personal, una identidad y el sentimiento
de pertenencia a un grupo)
Sin embargo nuestro subconsciente, es fuertemente
influenciado cada día por otras necesidades, por las presiones permanentes que
las empresas ejercen para vender sus productos. Si!! porque
Vivimos en una sociedad de consumo.
Ya no compramos solo aquello que necesitamos, nuestros
gastos familiares se han desviado hacia las compras que la moda y la oferta
ofrece.
La unión entre el hecho de vender y el acto de comprar
la establece de un modo bastante fehaciente la publicidad.
Los anuncios desarrollan en nosotros un círculo
cerrado entre una necesidad creada y un deseo de consumir o poseer.
Los productos se muestran ante nosotros no como
realmente son, sino como experiencias agradables capaces de arreglarlo y
resolverlo todo.
Fórmulas magistrales recogidas en hermosos y coloridos
catálogos, que traen inquietantes tentaciones y nuevas necesidades
Solo se trata
de vender.
Los grandes avances de los medios masivos de
comunicación, han marcado los hábitos de consumo en nuestra sociedad. El que
ejerce mayor influencia es la
televisión, debido a que puede cambiar la forma de actuar o pensar de las
personas y de esta manera, crear una realidad diferente a través de programas o
de la publicidad.
Otro medio que ha tomando mucha fuerza en estos
últimos años, es internet.
Hoy en día
diferentes grupos sociales lo utilizan de la manera más normal, desde los más
jóvenes, hasta los adultos, en algunos casos, adultos mayores, y la mayoría de
ellos viven el impacto de la publicidad por la gran cantidad de horas que pasan
navegando en la red.
Es un hecho, la publicidad forma parte de nuestra vida
por mucho que queramos eludirla. En cada esquina encontramos anuncios
publicitarios que nos incitan a comprar a través de imágenes y slogans
atractivos; desde niños nos bombardean con anuncios exhibidos en camisetas,
bolígrafos, etc., y si no somos lo suficientemente cautos, acabamos cayendo en
la trampa de comprar más allá de lo que necesitamos. Si no somos consumidores
responsables y con sentido común corremos el riesgo de agotar los recursos
naturales. Vale la pena pararse a pensar en ello.-
Provocación, necesidad y consumo.
Los anuncios desarrollan en nosotros un círculo
cerrado entre una necesidad creada y un deseo de consumir o poseer.
Los productos se muestran ante nosotros no como
realmente son, sino como experiencias agradables capaces de arreglarlo y
resolverlo todo.
Fórmulas magistrales recogidas en hermosos y coloridos
catálogos, que traen inquietantes tentaciones y nuevas necesidades. Además, la
forma de como satisfacerlas: el dinero.
El consumo en si mismo no es malo. Para mantener
nuestra vida normalmente tenemos que consumir puesto que necesitamos
alimentarnos, vestirnos y relacionarnos. Se convierte en problema cuando
superamos los niveles tolerables, nos arrastra a patrones de conducta
artificiales y somos víctimas de sus consecuencias y efectos.
Vivimos en una sociedad de consumo.
Por lo tanto, debemos ser conscientes de que existen
factores capaces de provocar, mantener y dirigir nuestra conducta hacia un
claro objetivo.
Seamos consecuentes y busquemos en nosotros mismos,
factores capaces de dirigir nuestra motivación hacia un cambio en la conducta
consumista .