El aspecto mas cuestionado de la publicidad es su permanente estimulo para crear o inventar necesidades artificialmente.
La publicidad procurara convencernos de que necesitamos ese producto que anuncian, porque el reconocimiento de la necesidad es el paso que conduce al consumo y a la compra.
Otro factor polémico es la creación de una “realidad ilusoria”. Mediante la informática se puede crear una realidad virtual.
La publicidad carga de connotaciones el producto que quiere imponer de modo que se integra a un universo deseado en el que se atienden nuestras expectativas mias sensibles mediante “ese producto” que es la clave de la realidad ilusoria. Ese producto no solo nos permitirá vernos bien, y lo mas importante que creeremos que nos dará la felicidad .
La publicidad es una técnica comercial que forma parte del “marketing”. Con el propósito de incrementar el consumo , intenta extender sus alcances de modo que ningún potencial consumidor quede sin recibir el mensaje publicitario. Esta es una de las razones por las que la actividad publicitaria utiliza los medios de comunicación.
La publicidad necesita de los medios de comunicación porque le aseguran la difusión de sus mensajes a toda la sociedad. Pero los medios también necesitan de la publicidad porque ella les aporta el dinero necesario para mantener la actividad empresaria. Diarios, revistas, radios, canales de televisión se sostienen con los recursos que provienen de la publicidad.
Y si la publicidad nos engaña no es sólo porque nosotros, sus destinatarios, seamos medio ingenuos que nos creemos todas las características que se inventan los publicistas para convencernos; también es porque los publicistas practican la publicidad engañosa. Claro que cabría preguntarse qué publicidad no es engañosa.
La publicidad tiene un solo fin y que es el comercial, es decir vender el producto que publicita y para ello apela a diferentes recursos, cabe destacar que las publicidades están realizadas en agencias de publicidad que saben como hacer el mensaje publicitario para despertar el deseo de necesidad en el consumidor. Apelan al consumidor, lo manipulan con el mensaje que publicitan y que el producto que están ofreciendo es necesario para vivir mejor. La publicidad se inserta perfectamente en este mundo consumista en el que todos queremos tener lo último que sale al mercado pensando que ello nos dará confort y satisfacción. Debemos aprender a discriminar los anuncios publicitarios porque todos procuran convencernos que son indispensables para que nuestra vida sea mejor y obvio que no es así, la publicidad solo busca vender los productos que anuncia prometiendo una realidad ficticia a través de sus anuncios.-
-Las grandes ideas. A no ser que la publicidad esté creada en función de una gran idea pasará desapercibida como un barco en la noche. Sólo una gran idea puede sacudir al consumidor y sacarlo de su indiferencia. .
"¿Qué vende Coca-Cola? No un sabor distinto, ni una fórmula nueva, ni un precio más asequible; en todo eso se diferencia poco de Pepsi. Vende "juventud": en todos sus "spots", en todos sus mensajes. Desde 1968, la juventud es un valor emergente. Ya no son los adultos quienes marcan el punto de referencia social, sino esa franja de edad con la que todos quieren identificarse: todos quieren vestir como los jóvenes, ser identificados como jóvenes. Coca-Cola recoge esa nueva tendencia, asocia su producto a esa nueva aspiración, y lanza mensajes paradisíacos, hedonistas y desenvueltos para apelar con eficacia al espectador.
Muchos de los institutos sociológicos que se dedican a la investigación sobre el consumidor, adoptan como premisa de partida que cada grupo social tiene unas necesidades emocionales profundamente arraigadas. Una vez detectadas, "los creativos publicitarios podrán transformar los productos en algo mágico que actúe como medicina para esas frustraciones de la audiencia".
Además, la fuerte carga visual y emocional de los "spots" comerciales hace que la publicidad en televisión sea un vehículo especialmente eficaz para la transmisión de actitudes y estilos de vida.
Una de las decisiones fundamentales de toda campaña publicitaria es la selección del público al se quiere llegar. Supone elegir al público objetivo o target (es decir, el conjunto de personas con ciertas características en común al que se dirige una acción publicitaria, como sabemos)
La publicidad no nos vende solo un producto, nos vende modelos de conducta, generalmente estereotipados, incluso más conservadores que la sociedad a la que se dirige (envueltos, eso sí, muchas veces en formas “vanguardistas”). Nos hace llegar al consumo después de haber asumido como propio el deseo, la expectativa de conseguir, mediante la posesión de una amplia variedad de objetos, un repertorio de privilegios intangibles, como la felicidad, la admiración y un sinfín de situaciones extremas y excitantes.
En síntesis, la publicidad apela a todo tipo de recursos con un solo fin “vender”.-
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