POR SUERTE "HAGO EL MEJOR OFICIO DEL MUNDO, EL PERIODISMO" - GABO GARCIA MARQUEZ

Además de ser mi vocación, el periodismo para mi es una pasión.
Cuando estoy haciendo prensa me siento feliz, no me canso, disfruto haciéndolo porque es novedoso, además hay que ser creativo, observador, responsable, saber escuchar, saber comunicar y por sobre todo, AMAR ESTA PROFESIÓN!!!

Cecilia Grillo

lunes, 30 de agosto de 2010

PALABRAS QUE USAMOS DIARIAMENTE: NINGUNEAR









Últimamente se hizo frecuente, especialmente en los medios de comunicación graficos, en la Televisión y en la sociedad en general la utilización del termino ningunear. ¿Es correcto el uso de dicho termino, en tal caso, cual seria su significado?.



Ningunear tiene dos significados, según el diccionario de la Academia de la Lengua Española: en primer lugar, significa no hacer caso de alguien, no tomarlo en consideración y, en segundo, menospreciar a alguien.



La "disimulación mimética" es, según escribe el Premio Nobel de Literatura Octavio Paz en su libro El laberinto de la soledad (1950), una de tantas manifestaciones del hermetismo del “mexicano”, es decir, del hermetismo que caracteriza al supuesto mexicano típico. En efecto, los pensadores que postulan la existencia de una identidad nacional suelen postular también que hay -en términos weberianos- un tipo ideal de mexicano o un "mexicano promedio" -en términos de la sociología estadística de Adolfo Quetelet.. No quiero decir que los ignoremos o los hagamos menos, actos deliberados y soberbios, los disimulamos de manera más definitiva y radical: los ninguneamos. El ninguneo es una operación que consiste en hacer de Alguien, Ninguno. La nada de pronto se individualiza, se hace cuerpo y ojos, se hace Ninguno.”

Ningunear es un verbo que refiere a ser ignorado a sabiendas por el otro. Es decir, simular un desconocimiento de la persona, sabiendo perfectamente de quién se trata.

Dicen que la ignorancia es el peor de los castigos, por eso, cuando una persona ningunea a otra, persigue tras ese objetivo la dolorosa acción de la ignorancia.

Muchos, al tener una cierta notoriedad pública, suponen que la mayoría de la gente los reconoce por la calle y andan con cierto halo de soberbia por los caminos del núcleo social que les toque en suerte (farándula, deportes, etc.). Es habitual que el que ningunea lo haga para disminuir un supuesto caudal de altruismo del ninguneado.

Ningunear es como desmerecer el caudal creativo del vecino sólo por una cuestión de proximidad. “¡Como va a ser famoso si vive en la esquina de mi casa!” Se rebaja ese potencial cambiando los adjetivos reales por otros inventados que, en general, tienden a la degradación

Hace un tiempo, el semiólogo italiano Umberto Eco se preguntaba acerca de la popularidad de algunos presentadores de televisión que siendo tan poco inteligentes, tan poco cultos, tan poco carismáticos tenían una enorme audiencia que resultaba incomprensible.

Sin embargo, Eco halló la respuesta en la propia pregunta. La gente los seguía porque eran poco inteligentes, poco cultos y poco carismáticos. Se identificaban con ellos porque, si un mediocre cualquiera podía acceder a las más altas luminarias de la televisión, también ellos podían sentirse reconfortados en la vida.

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El ninguneador no es capaz de realizar las cosas que él critica, aunque las combata ferozmente. Los ámbitos donde el ninguneo se hace presente son infinitos. No sólo se da entre las celebridades, sino también en el seno de la vida familiar a través de la falta de reconocimiento o de la crítica permanente. Pasa en muchas familias que se ningunean unos a otros y que, en definitiva, todas son manifestaciones solapadas de violencia.

Por lo general, el ninguneador no suele darse cuenta de lo que hace y hasta le parece normal, sin embargo, en su no intencionalidad radica su peligro. Al tratarse de un mecanismo de defensa, no hay, en un principio, conciencia de la aplicación de ese mecanismo. El ninguneado sufre un desprecio de base, ya que lo que hace bien no es reconocido nunca.

Por las dudas, mejor que a nosotros no nos “ninguneen”.

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